Los colores son uno de los elementos más difíciles a la hora de integrarlos en nuestro jardín. Colores fríos, templados, colores profundos o vacíos.
La complejidad no reside tan sólo en elegir el color en sí mismo, lo realmente difícil es valorar el matiz o tono de estos colores, su luminosidad y hasta los niveles de saturación o brillo. Saber combinar estas peculiaridades de cara a alcanzar el enfoque que buscamos es clave en el diseño de nuestro jardín.
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Selección de colores para nuestro jardín.
La selección y dotación de los colores en nuestro jardín se puede desarrollar a partir de tres elementos principales.
- Plantas o elementos florales
- Mobiliario de jardín
- Puntos y tonos de iluminación
Los colores en el jardín vendrán determinados, no exclusivamente por los gustos del cliente, sino por otras muchas consideraciones como el tamaño del jardín y sus espacios.
- Si tenemos un jardín pequeño, no es aconsejable mezclar excesivos colores y salirnos de la paleta de colores básicos puede ser poco aconsejable.
- Frescura. Si apostamos por dotar a nuestro jardín de frescura y relajación, los tonos verdosos deben encontrarse entre los elegidos para nuestro diseño
- Amplitud. No siempre contamos con un jardín de grandes dimensiones, y tener la opción de dotar al mismo de una profundidad, de la que en principio no contamos, a partir de las selección de los colores adecuados es una ventaja que no podemos desaprovechar.
En este caso, elegir colores fríos (azules, violetas, ..) nos permitirá trasladar profundidad a nuestro jardín. - Elegancia y claridad. El blanco será uno de nuestros colores elegidos a la hora de trasladar elegancia a nuestro jardín.
El lado negativo del blanco reside en la atención y cuidados que este nos exige a la hora de mantener dicha elegancia. - Fuerza y carácter. Muchos son los jardines que se encuentran faltos de fuerza y personalidad. Para lograr trasladar a nuestro jardín dicha fuerza debemos apostar definitivamente por los colores rojizos (principalmente el rojo).
Algo que tenemos que tener muy en cuenta si apostamos por aportar esta fuerza y carácter al jardín con tonos rojizos y anaranjados, es la de aportar o incluir colores más claros a fin de evitar restarle luminosidad al jardín. - Alegría y diversión. Sin duda cualquier jardín debe transmitir alegría y vitalidad y, para ello, debe contener en sus diseños una paleta de colores que transmita dicha diversión a cada rincón del mismo.
Rojos, naranjas y amarillos, nos permitirán plasmar dicha alegría a lo largo y ancho de todo el jardín - Profundidad. La mezcla de colores vivos y fríos, junto con colores más cálidos, nos permitirá una mayor profundidad. Colores vivos al principio del jardín (zonas más próximas a la vivienda) y colores más cálidos a medida que profundizamos en el jardín.
Amarillos, rojos y naranjas al inicio del jardín y violetas, azules al final del mismo, esta mezcla nos dejará reflejar una mayor profundidad.
En la selección de colores se deben tener en cuenta las estaciones del año y cómo estas influyen en los elementos florales y los cambios que estos experimentan, algo que puede contrastar con la selección del mobiliario oportuno y la iluminación necesaria.