Patio ajardinado muy acogedor, orientado al norte y muy protegido por arbolado, lo que justifica la utilización de un porche acristalado sin temor al exceso de calor. Hemos conseguido generar una buena sensación de verdor, a pesar de la preponderancia inevitable del pavimento, gracias a unas jardineras en acero corten diseñadas con suficiente profundidad y con algo de altura sobre el nivel del solado.
La pérgola y los paños de celosía, elaborados en madera, aportan calidez y elegancia y la presencia del gran banco terminan de componer una solución muy habitable y familiar, que invita a salir a relajarse en cualquier momento.
El patio ofrece bonitas vistas al salón, al que otorga una sensación mucho más espaciosa. Este jardín funciona bien a cualquier hora del día o de la noche, en cualquier época del año.