En este proyecto de salón exterior, la parcela presentaba una configuración clásica en ELE de chalet pareado. Las calidades son bonitas y el aplacado en piedra junto con el hormigón de los forjados nos daban la posibilidad de contrastar con la calidez de la madera, el acero corten y el tono oscuro de las gravas que nos gustan. El corredor lateral no invitaba al uso, pero tenía dimensión suficiente para crear una habitación exterior resguardada del calor intenso de la tarde, disfrutando de una orientación casi norte.
En España en general, pero en las zonas continentales aún más, es crucial disponer de varias orientaciones en el jardín para maximizar el uso durante el año. La zona principal del jardín, a la salida del salón, está más expuesta al sol de la tarde, con lo que la hemos reservado más para la vida nocturna y los días invernales. Para competir con la valla de simple torsión hemos plantado un seto de photinia que crece a una velocidad considerable y no presenta enfermedades, aportando además variedad de colores verdes y rojizos que nos encantan en la paleta de color del jardín. Hemos conseguido desviar la atención desde los tres metros de altura de la valla al suelo, gracias a los parterres y la celosía lateral, con lo que la espera hasta que los setos alcancen la altura de la valla se hace más agradable.