Hacer habitable y bonito un ático grande es uno de los retos más complicados a los que se enfrenta un diseñador de exteriores. Los presupuestos se disparan y es difícil rentabilizar la inversión. Esta terraza de grandes dimensiones es un buen ejemplo de esta problemática, aunque los clientes están muy contentos con el resultado y disfrutan tanto de la habitabilidad como de la variedad de plantación de bajo mantenimiento que se les propuso.
El proyecto incluye zona de descanso y lectura, zona de comedor sombreado por una pérgola vegetal, y un salón exterior acotado con especies muy floridas y fragantes.
Los principales elementos estructurales lo conforman dos pérgolas, una de ellas instalada dentro de una estructura de obra existente, y otra construida con uno de sus lados apoyados sobre la fachada del edificio. Ambos elementos de sombreamiento se caracterizan por tener líneas puras horizontales, construidas con materiales muy duraderos y una paleta de color compatible con las especificaciones de la urbanización.
A nivel de suelo, los espacios se organizan gracias a la disposición de los conjuntos de jardineras, con plantación de interés formal y especialmente seleccionada para aguantar las condiciones extremas del ático y soportar períodos relativamente largos sin atención, a causa de los frecuentes viajes de los propietarios.
La propiedad se ha encariñado con los frutales y aromáticas, siendo una de las características de la terraza que más disfrutan.